Este 18 de enero, nuestra Lima, cumple 477 años. Y aunque ya tiene varios siglos, la verdad es que cada vez se ve más joven y coqueta. Sus templos barrocos y renacentistas, así como sus palacetes, sus balcones y sus plazas, dan cuenta de ello.

Hoy, con más de 8 millones de personas que cohabitan en ella, Lima es un crisol de culturas. Un pequeño Perú que acoge a gente de la costa, sierra y selva.  Y es justamente ese mestizaje uno de los grandes valores de la ciudad. Desde su arquitectura, que la convierte en Patrimonio de la Humanidad, hasta su gastronomía una de las más admiradas del mundo.

 La Ciudad de los Reyes, en el siglo XXI, luce más bella que nunca, pero sigue siendo nuestra Lima de antaño, la que huele a canela y a suspiros. La que sabe a cebiche y a causa, pero también a tamales y picarones. La que mueve sus caderas al ritmo del cajón y de los acordes de las más pícaras y desagarradas canciones criollas.

Sabías que…

- Lima conserva la elegancia y el esplendor de la que fue, junto con México, la metrópoli más importante de la América colonial.

- Las  primeras construcciones de Lima se desarrollaron junto al río Rímac, un lugar estratégico en la costa peruana y sudamericana que durante décadas  concentró el poder y la riqueza de todas las actividades comerciales y culturales del Virreinato.